Mensajes recibidos por

María Matea

1991

10 de septiembre de 1991

MENSAJE DE ESPERANZA, NOS DICE QUE EL TIEMPO QUE MI DIOS HA DADO AL MALIGNO PARA HACER DAÑO, SE ESTÁ ACABANDO Y NOS LLAMA A LA ORACIÓN Y A LA PENITENCIA, REZANDO ESPECIALMENTE EL SANTO ROSARIO. EL ROSARIO ABRE CAMINOS DE ESPERANZA. HABLA SOBRE LA CONVERSIÓN DE LA RUSIA.

EN ESTE MENSAJE ELLA DICE:

“

MAS ADELANTE EN EL TIEMPO, VERÉIS A OTRO SANTO PADRE EL PAPA, SALIR DEL VATICANO CAMINANDO SOBRE LOS CADÁVERES DE SUS CARDENALES DESOBEDIENTES

”

. ESTO QUIERE DECIR QUE DESPUÉS DEL ATENTADO DONDE LA TÚNICA BLANCA SE TIÑE DE SANGRE, VEREMOS A OTRO PAPA SALIR HUYENDO DEL VATICANO CAMINANDO SOBRE CADÁVERES DE CARDENALES. Y EL ACONTECIMIENTO DEL AVISO ESTARÍA MUY CERCA.  ELLA NO VA A ANUNCIAR LA FECHA DE CUANDO SUCEDA EL AVISO, PERO SÍ NOS DA PISTAS DE SU GRAN CERCANÍA CUANDO SE DEN SUCESOS COMO ESTE.

A instancia de otras personas, le pregunté a la Santísima Madre cómo están todos los acontecimientos y si van a ocurrir o no pronto.

Ella me dijo:

“Hija mía, todo ocurriría, pero está sujeto a la oración”.  Ahora se siente como un gran silencio.  La Santísima Madre dice: “Hijos míos tan amados, la oración marcará el camino que caminaréis.  De un lado está toda la sentencia dada para la purificación, pero que puede ser revocada.  Y de otro lado yo espero de vosotros una total entrega a mi Dios y a mi Inmaculado Corazón.  Orad insistentemente pidiendo piedad y misericordia.  Entonces mi Dios será con vosotros, con cada uno de vosotros.  El enemigo no podrá nada contra vosotros y estará llegando a esta tierra, como una aurora nunca vista: el triunfo de mi Inmaculado Corazón.

La hora de la oración ya está.  Yo he rogado por cada uno de vosotros ante el Padre Celestial.  Cada oración que digáis para acelerar el triunfo de mi Inmaculado Corazón estará bendecida con la bendición especial de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

Hijos míos, las tinieblas tiemblan, el tiempo dado por mi Dios al enemigo para hacer daño a su obra creadora y a sus hijos se acorta, pues, aunque todavía no termina este tiempo de tiniebla, la luz de mi Inmaculado Corazón que todo lo ilumina hace perder fuerza para actuar al enemigo.  Amadísimos hijos míos, confiad y esperad, pero orad mucho en este tiempo que es tiempo de oración y de penitencia.  Rezad el Santo Rosario diario porque el cielo os escuchará con amor que todo lo bendice.  Estad en paz.  Os saluda y bendice vuestra Santa Madre María en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén”.

Más tarde, la Santísima Virgen María dijo:

“Hija mía, escribe mi respuesta a la pregunta anterior.  Amadísimos hijos míos, los castigos no todos tienen la misma causa.  Mirad, hijos míos, si la Rusia se convierte y se pueden celebrar más Santas Misas, el azote de esta nación sobre el mundo entero terminaría.  Se acabarían los odios y la obligatoriedad de negar a Dios, pero hijos míos, la maldad en los corazones continúa.  Yo os había dicho que habría dos castigos, uno de la tierra y otro del cielo. Si la Rusia se convierte, el castigo de la tierra no será; pero el del Cielo vendrá si los corazones no se convierten de tanta maldad, por tanto.  Por eso os ruego que recéis insistentemente por todas mis intenciones para que tanta calamidad sea aminorada al convertirse los corazones.  Las escarchas era el prodigio que yo os avisaré que bajarían para el mes de mayo.   Con esto se quitaría el castigo de la guerra y el martirio del Papa, pero no la persecución a la que está sometido.

Más adelante en el tiempo veréis a otro Santo Padre el Papa, salir del Vaticano caminando sobre los cadáveres de sus cardenales desobedientes.  Tres de ellos le ayudarán en su salida; si no cambian estos hijos su corazón, todos los castigos del Cielo caerían si no se ora para que haya un cambio de corazón”. 

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