Mensajes recibidos por

María Matea

2020

12 de abril de 2020

 

REMEDIO DEL CIELO EN TIEMPOS DE PESTE

Se refiere a los Crucifijos que fueron bendecidos por nuestra Madre en la cita de Cuaresma del 2020 el Sábado 29 de febrero del 2020.

 

Hijitos míos, en repetidas ocasiones os he dicho:

 

No temáis, os he anunciado de previo lo que hoy vivís por esta peste, para que no digáis este me lo dijo, aquel me lo anunció. Aún así muchos habéis olvidado mis prevenciones.

 

¿Porque estáis temerosos?

 

Poderosas armas he puesto en bendición en vuestras manos;  y los crucifijos con bendición especial, para sanar a los que contraen la peste con solo mirarlos y rezar pidiendo la salud.  Os digo que podéis enviar fotos de ellos (los crucifijos) a los que están a la distancia para que ellos también puedan recibir el alivio en sus necesidades. Serían con el mismo efecto de una estampita si con fe se miran y se reza.

 

Entonces ¿porque teméis?, ¿a quien teméis? y ¿a que teméis?

 

• ¿A la peste? Tenéis en vuestras manos el remedio.
• ¿A la adversidad? Dios nunca os ha abandonado.
• ¿A la carestía? ¿A la pérdida del trabajo? Sabéis que mi Dios siempre os ha proveído. El, que viste los lirios del campo con majestad, y da de comer a las aves de los cielos y a las fieras del campo, no os desamparará ni os dejará perecer.

 

Entonces hijitos míos, no temáis, no sucumbáis a la tentación de estar más pendientes de noticias y aconteceres del mundo, descuidando el recogimiento y la oración.

 

Orad con el Santo Rosario, poderosa arma que es más fuerte que cualquier peste. Cualquier enfermedad o adversidad sucumbe ante el rezo del Santo Rosario.

 

Orad por vuestros hermanos dispersos por el mundo entero. Os he dicho desde antes que los males en un país de refugio son menores  que en el resto de las naciones, y así es. Hoy el mal os azota por consecuencia de los pecados y la condescendencia con el pecado y la ocasión de pecar. Entre más ofendáis a mi Dios, más fuerte será el embate de los males en sus carnes. Y en la carne porque esta es enemiga del alma. El mundo estará bajo los acechos del mal, porque el mundo también es un enemigo de vuestras almas que fueron redimidas a precio de Sangre.

 

Besad los santos crucifijos que os he bendecido al comenzar a rezar, al levantarse y al acostarse. Ese beso, por mi bendición lo recibe directamente mi Jesús, en desagravio de vuestras propias faltas, de las faltas de los vuestros y del mundo entero.

 

Después de cantado el Gloria de resurrección en la iglesia, viene el tiempo del anticristo, de mayores males para esta humanidad tan pecadora, viene el tiempo de mas odios, rencores, impiedad y blasfemia contra mi Dios y lo Sagrado. La Iglesia comenzará poco a poco su purificación por dentro.

 

Se adentrará la humanidad en lo peor de la Apostasía. Se acercarán a vosotros males mayores, porque aunque no sois del mundo, vivís en el mundo.

 

Después de esta peste vendrán otras y las situaciones serán peores.

 

Entonces estaréis viviendo en vuestras vidas el tiempo de los tiempos con todo lo anunciado.

 

Pero recordad que no sois huérfanos. No tengáis miedo. Nacisteis en esta época para que orarais por los demás y yo estoy con vosotros. Tenéis un Padre Celestial que os ha amado siempre con amor eterno; un hermano mayor que dio la vida por vosotros y os redimió con su vida, su Sangre y su Cruz; y una madre que os ama, vela y ruega por vosotros ante el trono de la Divina Majestad del único Dios que existe.

 

He abierto desde esta noche, mi Inmaculado Corazón ante vosotros para que os refugiéis en el.

 

Estad en paz.

 

Los míos serán perseguidos, calumniados e insultados porque son de los míos. Pero yo estoy con vosotros. No temáis. La recompensa en los Cielos es grande. No caigáis en la tentación de zarandear a vuestros hermanos en el Señor, porque la zaranda contra vosotros será setenta veces siete peor por faltar a la caridad.

 

No escuchéis la voz del mundo. Leed las escrituras, haced frecuentemente la comunión espiritual y en la medida de vuestras posibilidades, ayudaos los unos a los otros en la oración y lo material.

 

No temáis. No estáis solos. Ofreced vuestros sacrificios y sufrimientos por la salvación vuestra, la de los vuestros y la del mundo entero. La humanidad se adentra por tormentosos caminos y vosotros también; pero yo voy delante de vosotros.

 

Rezad el Santo Rosario para que esta peste acabe, para la salvación de las almas del mundo entero, conversión de pecadores y por las intenciones de mi Inmaculado Corazón.

 

Haced penitencia.

 

Os doy la bendición de la Paz y firmeza en la fe, en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

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Cuando se publicó la estampa estábamos en medio de la pandemia del coronavirus, sin embargo, la bendición es mucho mas amplia, es:

¨para sanar a los que contraen la peste

¨

¿Cuál peste?

cualquiera de las pestes venideras en estos tiempos de tribulación

 

En mensaje de nuestro Señor Jesucristo del 20 de Octubre del 2023 se le pidió a María Matea resaltar esta característica

La palabra ¨coronavirus¨ se puede sustituir por cualquier peste o enfermedad que se enfrenta